Cambia de vida en septiembre. Alimentación sana y movimiento.

Tu cambio llega en septiembre. Sí, septiembre ¿Qué nos viene a nuestra cabeza cada vez que oímos ese mes?

Vamos a nuestra niñez. En ese mes una vez terminadas nuestras vacaciones comenzábamos con los preparativos para el nuevo curso escolar. La novedad del curso que comienza, el olor de aquellos libros que en ocasiones estrenábamos, carpetas, cuadernos, pinturas… y volver a ver a nuestros compañeros e incluso conocer alguno nuevo. Siempre se convertía en algo especial.

Ya de adultos la cosa cambia. Aunque no debería ser así y, en el caso de serlo, vamos a intentar dar un giro y convertir el mes de septiembre en algo parecido a lo que vivíamos de pequeños con tanta intensidad.

“… intentar dar un giro y convertir el mes de septiembre en algo parecido a lo que vivíamos de pequeños con tanta intensidad. “

¿Por qué no afrontar el mes de septiembre como un mes de cambios en nuestra vida? ¿Y si, además, esos cambios dieran como resultado una mejoría física, mental, emocional, en definitiva, ese bienestar que soñamos tener?

“…ese bienestar que soñamos tener?”

En primer lugar vamos a hablar de la alimentación

Reflexionemos durante unos minutos ¿Cómo ha sido esa alimentación durante el verano? Posiblemente, en la mayoría de los casos, hemos disfrutado de comidas más o menos copiosas fuera de casa o, simplemente, no tan sanas como el resto del año, bien por comer en restaurantes, sin saber en muchos casos los ingredientes que componen los platos que comemos, o porque en verano necesitamos relajarnos, creyendo que olvidarnos de lo que ingerimos es parte de las vacaciones.

“Reflexionemos durante unos minutos ¿Cómo ha sido esa alimentación durante el verano?”

Todo esto es el resultado de no tener conciencia de la alimentación como un hábito saludable y sólo tomárnoslo en serio cuando nos lo ha recomendado seriamente un médico, queremos adelgazar o simplemente por la existencia de alguna enfermedad que nos impide ingerir ciertos alimentos.

Ha llegado el momento de convertir la alimentación en algo fundamental en nuestra vida, como lo es el dormir, ya que influye igualmente en nuestra salud y, día a día, va a formar parte de los elementos que te llevaran a ese bienestar que tanto estás buscando.

“Ha llegado el momento de convertir la alimentación en algo fundamental en nuestra vida…”

Si has llegado hasta este punto, es porque deseas comenzar ese cambio.

Volviendo a tus vacaciones ¿Qué pasa cuando llegas a tu casa y al día siguiente comienzas a trabajar? Seguro que lo primero que haces es intentar deshacer las maletas, poner lavadoras, ordenar, pegarte una ducha y… comer cualquier cosa para después tumbarte en el sofá y hasta llorar, porque no sabes cómo vas a afrontar esa vuelta al trabajo o a la rutina.

“¿Qué pasa cuando llegas a tu casa y al día siguiente comienzas a trabajar?”

¡Error! Esas maletas no van a sufrir a su vuelta a casa más de lo que sufrieron a la ida a tu destino. Sin embargo, a ti sí te va a influir lo que comas ese día y los siguientes, máxime si durante esas vacaciones las comidas no han sido muy ordenadas ni saludables.

Antes de tu equipaje estás tú y posiblemente tu nevera esté como la dejaste, es decir “vacía”, para evitar el deterioro de los alimentos durante tu ausencia.

Haz una lista antes de ir a comprar siempre basada en el menú por el que nos hayamos decidido ese día. Si somos de los que hacen la compra semanal, programamos esa semana completa. De esta manera no tendremos tentaciones de adquirir alimentos vacíos de nutrientes, pero lleno de calorías, que sólo nos aportarían problemas. Recuerda incluir en tus menús alimentos de dieta mediterránea y superalimentos (Ya hablaremos de ellos)

“Antes de tu equipaje estás tú…”

La siguiente pregunta que debemos hacernos, cómo y dónde voy a poder realizar esas comidas, ya que dependiendo de tu trabajo podrás tomar los alimentos de una forma u otra. Ahora, por suerte, podemos tener alimentos en muchos formatos que nos van a ayudar con este problema, además de diferentes recipientes que hasta nos pueden mantener esos alimentos calientes o fríos según lo que necesitemos.

Utiliza tu imaginación y tus gustos para crear tus propios menús, al principio te resultará tedioso, pero después será divertido y una forma de ahorrar tiempo a la hora de ir al supermercado pues llevarás tu lista confeccionada acorde al menú elaborado previamente. Sino te atreves al principio a idear tus propios menús, existen aplicaciones y/o contenidos en internet que te pueden ayudar.

Muy importante, procura que tus menús sean variados y no repitas el mismo día alimentos en la comida y en la cena. Deja al menos un día entremedias si repites platos, aunque parece que al principio nos sienta bien puedes llegar a saturar tu cuerpo con ese alimento que repites a menudo.

Seguimos con el giro que este septiembre va a dar a tu vida

Después de alimentarnos saludablemente, ¿por qué no animarte a practicar ese deporte o actividad física que siempre quieres hacer cada 1 de enero?

Éste es el momento. Seguro que en verano te has dado algún que otro paseo, posiblemente has nadado incluso, o te has animado a probar alguna de las actividades de entretenimiento que ofrecen los hoteles. Es posible que todo ello haya despertado un sentimiento de bienestar durante las vacaciones. Físicamente estás mejor que cuando terminas el año después de unas navidades sedentarias y copiosas en cuanto a la alimentación. Por lo tanto ¡Piénsalo! ¿Qué es más fácil, cambiar de vida el 1 de enero, o hacerlo el 1 de septiembre después de haber disfrutado de esa actividad física en tus vacaciones teniendo tu cuerpo preparado para continuar con más movimiento?

“¡Piénsalo! ¿Qué es más fácil, cambiar de vida el 1 de enero, o hacerlo el 1 de septiembre…”

Déjate llevar por los nuevos colores con los que nos recibe la naturaleza en septiembre, su cambio esta vez va a ser tu cambio, introducir todo lo que hemos hablado en tu vida hará que logres ese bienestar que tanto has buscado ¡Te sentirás genial!

Disfruta de la vida y de tu buena salud todo el año, no lo dejes sólo para las vacaciones.

“Nuestros cuerpos son nuestros jardines; nuestras decisiones, nuestros jardineros.”

William Shakespeare.
Agonistas GLP-1 y sus efectos negativos sobre la salud mental.

Son seguros, aprobados por la EMA (Agencia Europea del Medicamento), con bajo riesgo de hipoglucemia, que reducen el peso y con beneficios cardiovasculares y renales demostrados por diferentes estudios independientes. En apariencia todo indica que los medicamentos agonistas del receptor GLP-1, algunas de cuyas denominaciones comerciales son “Ozempic” (semaglutida), “Saxenda” (liraglutida) o “Wegovy” (semaglutida), son perfectos para controlar la diabetes tipo 2, adelgazar e inclusive, reducir la ingesta de alcohol. Si también el alcohol.

“En apariencia todo indica que los medicamentos agonistas del receptor GLP-1… son perfectos para controlar la diabetes tipo 2, adelgazar e inclusive, reducir la ingesta de alcohol”

¿Pero que posible efecto adverso sobre la salud mental no declarado esconde este tipo de fármacos?

Los fármacos agonistas GLP-1 están especialmente indicados para el tratamiento de la diabetes tipo 2, de hecho es el origen de su desarrollo. Pero han resultado ser unos excepcionales inhibidores del apetito, lo que ha provocado una demanda increíble que casi ha llevado a las farmacias al desabastecimiento, con el consiguiente problema para los pacientes diana originarios del medicamento.

Famosos como Elon Musk lo han apoyado y otros lo han consumido con un objetivo, como Kim Kardashian que lo empleó para poderse enfundar el famoso vestido de Marilyn Monroe. Todo ello conlleva una impresionante repercusión mediática.

“Famosos como Elon Musk lo han apoyado y otros lo han consumido con un objetivo, como Kim Kardashian…”

Primero, de forma breve y sencilla, vamos a explicar que son los agonistas GLP-1. Un agonista es una sustancia que se une a un receptor celular, siendo en este caso a una hormona intestinal generada de forma natural en unas condiciones de necesidad concreta. La necesidad en este caso es la estimulación de la secreción de insulina dependiente de la glucosa y la biosíntesis de insulina, la inhibición de la secreción de glucagón y del vaciado gástrico, y la inhibición de la ingesta de alimentos. Llevando esto al lenguaje de todos los días podemos resumir que nuestro organismo genera una sustancia necesaria para la secreción de insulina y que sintamos sensación de saciedad. Esa sustancia puede ser generada o no, según el organismo valore su necesidad, pero ahora tenemos la opción de introducirla en forma de fármaco. Esta explicación ha sido muy simplista, pero resume cual es el efecto del medicamento.

Pero no todo es de color de rosa. Es un medicamento que ha sido diseñado con un propósito concreto y que se receta para dicho efecto, diabetes tipo 2 provocada por la obesidad de tipos 2 y 3, según la empresa farmacéutica que, a su vez indica textualmente “cuando el ejercicio y la dieta no son suficientes”. En otros casos directamente para tratar dichos tipos de obesidad. Es decir, paliar males mayores que los efectos adversos que pueda generar el fármaco que, por cierto, recomiendo no leer, nunca en ninguno.

La alarma ha saltado por un posible, siempre posible, efecto adverso vinculado con ciertas ideaciones suicidas y pensamientos de autolesión manifestadas por pacientes adscritos al tratamiento con el fármaco. La investigación ha sido iniciada en Islandia y ha sido trasladada a la EMA en el formato de procedimiento señalado.

“La alarma ha saltado por un posible efecto adverso vinculado con ciertas ideaciones suicidas y pensamientos de autolesión”

Es un extremo muy difícil de concretar ¿Por qué? Son 150 los casos registrados (el número ha subido a partir del estudio inicial) y requiere un estudio exhaustivo de cada caso concreto. Hay que saber de forma exacta la condición médica subyacente de los pacientes afectados y la farmacodinámica inducida en todos ellos.

Si se resolviese positivamente, teóricamente en noviembre de este año, no significa que haya que retirar el fármaco o limitar su prescripción, simplemente habría que incluir este efecto adverso en su prospecto. Nada más. Son buenos medicamentos con una afección real sobre 20 millones de pacientes al año.

“Parece escandaloso pensar que en un prospecto pueda aparecer como efecto adverso la siguiente leyenda “Puede inducir pensamientos suicidas y de autolesión” pero es más común de lo que parece.”

Por ejemplo, muchos antidepresivos de uso transversal como los ISRS, bueno, en general todos los antidepresivos, empleados por millones y millones de pacientes a nivel mundial, rezan en sus prospectos frases como “Si tiene pensamientos suicidas o de autolesionarse en cualquier momento, contacte inmediatamente con su médico o vaya al hospital más cercano”.

De hecho, la FDA, que es como la EMA en Estados Unidos, ha aprobado como medicamento para adelgazar el Bupropion, que a su vez es antidepresivo y que también advierte del posible riesgo de pensamientos suicidas.

“La conclusión de todo ello es que los fármacos para adelgazar han de ser prescritos para el objeto para el que han sido concebidos y ser administrados con cautela y seguridad.”

Para “perder algún kilito o kilitos” hay que realizar una reeducación alimentaria y realizar ejercicio. Las dietas estrictas y la administración de medicamentos o “pastillas o productos milagrosos” producen, en muchos casos, recuperación del peso perdido en pocas semanas y… Una gran frustración por la percepción de fracaso.

La psiconutrición es importante para cambiar nuestro hábitos alimentarios y alcanzar una buena salud.

Dieta, una de las palabras más temidas.

De una manera frívola es habitual oír: “Mañana me pongo a dieta”; “Este año dieta, deporte e inglés” o, ya más seriamente, por algún problema de salud: “Tiene usted que ponerse a dieta”.

Al final el problema es el mismo, tengo que dejar de comer cosas que me gustan para comer poco de cosas que, en ocasiones, no me gustan. O esa es la traducción errónea de “ponerse a dieta”.

En general comemos mal. Y con “mal” quiero decir desordenadamente, productos inadecuados y cantidades incorrectas. Conseguimos insatisfacción, remordimiento y frustración.

Definitivamente no hay que ponerse a dieta. Grave error. Puede ser impopular esta afirmación, pero, lo siento, es así.

Lo que hay que hacer es reeducarnos en nuestra forma de concebir la alimentación. Hay que reorientar nuestro concepto de placer a la hora de ingerir alimentos. Para algunos el placer está en la cantidad, para otros en el sabor, para otros en la velocidad de la ingesta, incluso para algunos, en el color de presentación de los alimentos.

Tenemos que conseguir un equilibrio entre placer y salud. Con ello conseguiremos varios objetivos: mejorar nuestra autoestima, con toda la proyección que ello conlleva para nuestro día a día, preservar una salud necesaria y disfrutar placenteramente de los momentos de las comidas. Además, y como acompañamiento a la autoestima, en la mayoría de los casos, mejoraremos nuestra propia imagen, la que nosotros vemos y la que ven los demás.

Es un tópico, pero, en nuestra vida actual, es muy difícil conjugar todos los factores que nos lleven a una alimentación perfecta. Pero… ¿Quién busca la perfección? En lo que se refiere a comer, casi nadie, porque no existe. «Haz aquello que seas capaz de mantener, pues de lo contrario, estará destinado al fracaso». Cada uno tenemos una meta.

Por otro lado, en la mayoría de los casos, cuando no somos capaces de adquirir hábitos de conducta alimentaria compatibles con una vida sana, es que tenemos un lastre de problemas que nos impide salir a flote.

Más visibles: estrés y ansiedad. Menos visibles: problemas de pareja, baja autoestima, frustración, problemas no resueltos, no aceptación de nosotros mismos, bloqueo, bajo o carente autocontrol, fobia social… En todos estos casos, la comida se convierte en un reemplazo emocional, bien por defecto o por exceso. En pocas palabras, una lucha sin cuartel entre emociones y “donuts”.

Aquí entra en juego la Psiconutrición. Trabaja aspectos más profundos de la alimentación que no son estrictamente dietéticos. No podemos reducir la reeducación alimentaria a una dieta hipocalórica.
Necesitamos motivación y herramientas que nos ayuden a comenzar el cambio y eliminar limitaciones. Hay que buscar recursos y habilidades, o dotarnos de ellos, para conseguir nuestro objetivo.

Hay que trabajar las variables psicológicas que nos hacen desarrollar malos hábitos de alimentación, para reorientarlos hacia unos más saludables.

El estudio pormenorizado del entorno en el que te desenvuelves y circunstancias de vida es fundamental para programar los pasos que hay que dar de forma individualizada y marcar metas asequibles. Todos somos diferentes. De hecho, las metas también pueden variar con la evolución que vamos desarrollando.

Hay que derribar mitos acerca de la alimentación, comprometerse con el cambio de hábitos de forma independiente (sin presión social o personal), aprender sobre nutrición y ser capaz de utilizar nuestros recursos.

No es una dieta, es un proceso de cambio ¡Sal de tu zona de confort! ¡Comienza el cambio!